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Es necesaria para una correcta visión, en particular la adaptación a la oscuridad. También interviene en la síntesis de las hormonas reproductivas y la síntesis de proteínas, así como en la regulación del crecimiento de las células de la piel y la producción de sebo.

Desempeña un papel fundamental en la regulación del metabolismo del calcio y el fósforo, aumentando la absorción intestinal de ambos minerales, optimizando la incorporación de calcio al hueso y reduciendo la pérdida de calcio y fósforo por la orina.

La inflamación genera una gran cantidad de radicales libres, que a su vez aceleran el proceso inflamatorio. La vitamina E es uno de los antioxidantes más efectivos para proteger de la oxidación los ácidos grasos poliinsaturados constituyentes de las membranas celulares. Ésta evita la oxidación de los lípidos al eliminar los radicales peroxilo antes de que estos puedan reaccionar con los ácidos grasos o proteínas de las membranas celulares adyacentes.

Es el agente reductor más potente disponible para las células. La vitamina C regenera el enzima glutatión, neutraliza los radicales libres tanto intra como extracelularmente y protege contra la inactivación de proteínas mediada por radicales libres asociada a la rotura oxidativa de neutrófilos.

Está involucrada en muchas reacciones bioquímicas complejas que ayudan a generar energía para la célula. Es esencial para el correcto funcionamiento del sistema nervioso, donde ayuda a la transmisión de impulsos nerviosos.

Contribuye a la salud de la piel y el pelo. Su deficiencia puede producir cambios en la piel alrededor de los ojos y el abdomen.

Suprime la actividad de la triptófano 2,3-dioxigenasa, que es una de las enzimas clave en la conversión de triptófano a niacina. Si el triptófano se convierte a niacina, deja de estar disponible como precursor de la serotonina en el cerebro y, por lo tanto, la suplementación con vitamina B3 puede reducir la “pérdida” de triptófano por la síntesis de ácido nicotínico.

Está presente en todo el organismo en forma de coenzima A. La coenzima A desempeña un papel fundamental en la formación de una serie de ácidos grasos y esteroles esenciales. Como tal, es importante en la formación de los lípidos que forman los componentes laminares de la barrera cutánea.

Es necesaria en la síntesis de serotonina a partir del triptófano por la enzima L-aminoácido descarboxilasa.

Actúa como cofactor de las enzimas carboxilasa sintetasa. Este grupo de enzimas catalizan la biosíntesis de ácidos grasos, siendo esta vitamina crucial en el mantenimiento de la salud de la barrera dérmica.

Participa en el desarrollo de los tejidos del sistema nervioso.

Ejerce una función importante en muchas reacciones bioquímicas (incluida la síntesis del ADN y la síntesis de metionina a partir de homocisteína), así como en reacciones enzimáticas importantes en el ciclo del ácido cítrico, donde actúa como cofactor. La hipocobalaminemia ocurre típicamente cuando los receptores específicos de la cobalamina en el íleon se dañan como consecuencia de una enfermedad inflamatoria. La deficiencia se acelera por el consumo reducido de cobalamina y las pérdidas gastrointestinales en curso.

También juega un papel fundamental en la protección de la piel frente a la deshidratación y es esencial para una correcta función hepática.

Más del 90% del calcio que se encuentra en el cuerpo se retiene en los huesos y los dientes donde, junto con el fósforo, es responsable de hacer que estas estructuras sean rígidas. El calcio también juega un papel en la transferencia de información entre las células y en la transmisión de impulsos nerviosos.

Una gran proporción (más del 80%) del fósforo que se encuentra en el cuerpo se retiene en los huesos y dientes donde, junto con el calcio, es responsable de hacer que estas estructuras se vuelvan rígidas. Es un componente de las membranas celulares y se requiere para la producción de energía. El fósforo también es un componente estructural del ADN y el ARN, las moléculas que transportan el código genético de las células.

Es fundamental para el correcto funcionamiento de las células, y junto con el sodio, este mineral se encarga de mantener el equilibrio ácido-base. El potasio también es responsable de la transmisión de los impulsos nerviosos y juega un papel importante en el metabolismo energético.

Junto con el potasio, mantiene el equilibrio ácido-base y también es responsable de mantener la presión entre el interior y el exterior de las células. También juega un papel importante en el metabolismo energético celular y participa en la generación y transmisión de los impulsos nerviosos. El sodio también es importante para regular el equilibrio hídrico, la sensación de sed y la concentración urinaria.

Desempeña un papel importante en el metabolismo energético, el metabolismo del ADN y ARN, la síntesis de proteínas y la función de la membrana celular de las células nerviosas y musculares. El magnesio también es, como el calcio y el fósforo, un componente importante de los huesos y los dientes.

Es un componente esencial de las hormonas tiroideas que son importantes para el crecimiento, el desarrollo y la regulación de la tasa metabólica.

Actúa como cofactor de la glutatión peroxidasa, un enzima antioxidante que protege los tejidos contra el estrés oxidativo, al catalizar la reducción de los peróxidos de hidrógeno e hidroperóxidos orgánicos y al regenerar la vitamina E.

Es un componente vital de la hemoglobina, la molécula que transporta el oxígeno por el cuerpo en los glóbulos rojos, y de la mioglobina, que hace el mismo trabajo en los músculos. El hierro también tiene muchas funciones enzimáticas, especialmente con respecto a la respiración celular.

Mantiene la función y la integridad de la barrera intestinal a nivel de las uniones estrechas, previniendo así la entrada de antígenos, tóxicos y bacterias patógenas causantes de inflamación.

Desempeña un papel activo en el correcto funcionamiento de las mitocondrias, y es importante para la formación del cartílago óseo y articular y la función neurológica. El manganeso también juega un papel estructural en muchas enzimas.

Facilita la absorción intestinal de hierro y su incorporación a la hemoglobina. Es un elemento activo en muchas enzimas. El cobre juega un papel importante en la reducción del daño celular causado por los radicales libres. También participa en la síntesis de colágeno en los tendones y la mielina dentro del sistema nervioso. El cobre también participa en la síntesis de melanina, que es un pigmento del pelo.